Por Gaston Acurio
Fragilidad y audacia. La dualidad hace que sea un plato mágico.
Ingredientes y preparación:
Una masa de pasta de la receta que más les guste. Sobre ella, un poquito de cebolla saltada como un nido. Dentro de él, una yemita de huevo de codorniz. A su alrededor, tomate asado picado, un poquito de pesto, otro de cremita de aceituna y listo.
Otra capa de masa. y tenemos unos ravioles que encierran el corazón del mediterráneo. Pero falta el encuentro. Los ravioles viajan al Perú. Se encuentran con los cangrejos popeye y los vongoles de Paracas, que juntos hayan un jueguito con mucho ajo, rocoto y un poquito de limón y culantro.
Los ravioles traviesos y audaces, no pueden resistirse y se lanzan sobre la inocencia, y nostalgia del caldo. El resultado, unos ravioles que de solo mirarlos revelan su yema frágil y jugosa , mezclándose con el pacifico del Perú.
Una receta para los que aman cocinar !!!!
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